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RESCATE
RESTITUCION
--El
Rescate garantiza la Restitución
--Lo que se obtiene con el Rescate no es la Vida Eterna
sino
la oportunidad paro ganarla
--Las condiciones y ventajas de esto pruebo
--Cómo la raza podio ser redimida por In muerte
de uno persona
--La Fe y las Obras aún son necesarios
--Los gajes del pecado voluntario son ineludibles
--¿Habré lugar en In tierra paro los millones de
resucitados?
--Restitución y Evolución
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Restitución
es el resultado lógica
del rescate.
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DE ACUERDO con el diseño del plan revelado de Dios,
tal cual hasta ahora se ha delineado, vemos que su propósito con respecto a la raza
humana es su restitución o restauración a la gloria que perdió en el Edén. La mejor y
más conclusiva evidencia acerca de este asunto la hallamos sin dificultad alguna cuando
se considera en su verdadero valor la naturaleza y amplitud del Rescate.
La Restitución predicha por los Apóstoles y Profetas debe seguir al Rescate como lógica
e ineludible consecuencia. Según dispuso Dios al proveer el Rescate, a menos que
voluntariamente se resistan al poder que el Gran Salvador tiene para rescatarlos, la
humanidad en general será libertada de la pena original, "el yugo de
corrupción," la muerte, puesto que de otra manera el Rescate no serviría
para todos. |
Cristo se dio
en Rescate para poder bendecir a la humanidad en general.
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El razonamiento de Pablo sobre el tema es bastante
claro y enfático. Sus palabras (Rom. 14:9) son como sigue:
"Pues por eso mismo Cristo murió y tornó a vivir, para que fuese Señor (gobernante
o ejercedor del dominio) así de muertos como de vivos."
Esto implica que el objeto de la muerte y de la resurrección de
nuestro Señor no fue tan solo con la mira de bendecir, gobernar y restaurar a los
vivientes, sino además, para poder adquirir la autoridad y el pleno dominio tanto sobre
los muertos como sobre los vivos, asegurando para unos y otros los beneficios derivados de
su rescate.*
*Podemos con bastante
propiedad dar a las palabras del Apostal un significado mas profundo, o sea que en la
expresión "los muertos" se incluye a toda la familia humana.
La raza entera, que se encuentra bajo la sentencia de muerte, desde el punto
de vista divino se considera como muerta (Mat. 8:22); si esto se tiene en cuenta, entonces
la expresión "los vivos" es aplicable a seres superiores a la
raza humana y que no han perdido su derecho a la vida, talos como los ángeles. |
Para poder bendecir a la humanidad en general y dar a cada cual una
oportunidad de alcanzar la vida, El se dio en Rescate (o precio correspondiente) por
todos. El pretender que unos pocos recibirán los beneficios resultantes no deja de ser
absurdo. Tal hecho implicaría una de dos: o que Dios aceptó el precio de Rescate y
luégo injustamente rehusó conceder la libertad a los redimidos, o que el Señor después
de redimir a todos no pudo o no quizá llevar a cabo su benévolo designio original.
La inmutabilidad de los planes de Dios y la perfección de la
justicia y el amor divinos se unen para rechazar y contradecir semejante idea, y nos
proporcionan una garantía de que el benévolo plan original para el cual el "Rescate
por todos" sirvió de base, en su totalidad y "al debido
tiempo" designado por Dios, ha de llevarse a cabo trayendo a los fieles
creyentes la bendita liberación fuera de la condena adámica junto con la oportunidad
para gozar de nuevo los derechos y las libertades asignadas a los hijos de Dios,
disfrutados antes de ocurrir el pecado y de pronunciarse la maldición.
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El rescate
garantiza a todo hombre la oportunidad para obtener la vida eterna.
Experiencia previa será
una gran ventaja durante la prueba nueva. |
Una vez que los verdaderos
beneficios y resultados del Rescate se logren comprender distintamente, en seguida se
disipan todas las objeciones que puedan presentarse en cuanto a su aplicación universal.
El "Rescate por todos" ofrendado por "el hombre
Cristo Jesús" a nadie proporciona ni garantiza eterna vida o bendiciones,
pero sí garantiza a todo hombre la oportunidad o prueba para obtener la vida
eterna. La primera
prueba del hombre, que dio por resultado la perdida de las bendiciones concedidas en un
principio, a causa del Rescate provisto por Dios se torna para los leales
de corazón en una verdadora bendición en forma de experiencia. El hecho de que
todos son rescatados de la primera pena no es una garantía de que al ser individualmente
probados para alcanzar la vida eterna todos han de rendir una absoluta obediencia sin la
cual a nadie le será permitido vivir eternamente.
Por medio de la experiencia actual con el pecado y su amarga pena,
el hombre se encontrará por completo prevenido, y cuando a consecuencias del Rescate se
le conceda la prueba individual bajo la supervisión del que tanto los amó que dio su
vida por ellos no queriendo que ninguno pereciera sino que se volvieran todos a Dios para
alcanzar la vida, podemos estar seguros de que sólo los desobedientes y voluntariosos han
de recibir la pena de la segunda prueba.
Esa pena será la segunda muerte; de ella no habrá rescate ni
liberación, puesto que sería inútil otro rescate y prueba. Para ese entonces ya todos
habrán saboreado y por completo apreciado el bien y el mal; todos habrán experimentado y
atestiguado el amor de Dios, y todos habrán gozado de una plena y suficiente oportunidad
individual para conseguir la vida eterna bajo las condiciones más favorables.
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"Porque como en Adán todos mueren, asi también en Cristo todos serán
vivificados."
I Cor. 15:22 |
No podría pedirse más, y tampoco se dará más. De
una vez para siempre esa prueba decidirá quienes serían justos y permanecerían en su
condición santificada aun bajo mil pruebas más, y determinará también quiénes
continuarán siendo perversos, depravados e injustos aun bajo ese mismo número de
pruebas. Sería inútil conceder otra prueba bajo circunstancias
exactamente iguales a la primera; no obstante, aun cuando las circunstancias serán más
favorables, los términos o condiciones para alcanzar la vida bajo esa prueba individual
serán los mismos que en la prueba de Adam. La Ley de Dios no variará en lo más mínimo
puesto que es inalterable, aún dirá "El alma que pecare ésa morirá."
La condición del hombre, en lo tocante a su medio ambiente, no
será más favorable que lo fue en el Edén, la gran diferencia consistirá en el aumento
de conocimiento.
La experiencia con el mal, en contraste con la experiencia del bien
que en el transcurso de la prueba venidera todos han de adquirir, constituirá la ventaja
causante de la gran diferencia de resultados entre la segunda prueba y la primera, y eso
se debe a que la Divina Sabiduría y el Amor proveyeron el "Rescate por
todos" garantizando a cada cual la bendición de la nueva prueba. Prueba,
ley, condiciones y circunstancias más favorables no pueden concebirse como razones para
dar lugar a otro rescate o prueba después de la Edad Milenaria.
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El rescate
libra el pecador fuera de la primera condena. |
El Rescate dado, a nadie disculpa del pecado, ni tiene
por objeto el reputar a los pecadores como santos abriéndoles campo para que logren
disfrutar de una dicha eterna. Su radio de acción se limita a libertar al pecador
que lo desee, fuera de la primera condena y de sus resultados directos o indirectos,
colocándolo nuevamente en prueba para alcanzar la vida eterna; en esta prueba, por medio
de la obediencia o desobediencia personal se determinará si el individuo es digno o no de
gozar perpetuamente de la vida. |
La caída
no ha afectado de la misma manera a todos las hijos de Adán. |
No debería tampoco presumirse, como muchos lo
presumen, que con el sólo hecho de gozar de cierto grado de civilización y con ver o
poseer una Biblia se tiene por esto una plena oportunidad o se está en prueba para
conseguir la vida. Debe tenerse en cuenta que la caída no ha
afectado de la misma manera a todos los hijos de Adam. Tan débiles e innatamente
depravados algunos han venido a la existencia, que son fácil presa de Satanás, el dios
de este mundo, quien después de cegarlos, los deja a la merced del pecado que los rodea y
asedia; más o menos, todos se encuentran bajo esa influencia a tal grado que aun cuando
quisieran obrar lo que es bueno, el mal está presente y los rinde a causa del medio
ambiente; y así, el bien que ellos se complacerían en practicar, les es casi imposible,
en tanto que difícilmente pueden evitar el mal que desaprueban. |
Muy pocos gozan
de los beneficios del rescate hoy, pero eventualmente todos los gozarán.
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Bastante reducido es el número de los que en la
actualidad, a ciencia cierta y por medio de la experiencia, han logrado apercibirse de la
libertad que Cristo proporciona a los que aceptan su Rescate y se ponen bajo su mando para
ser guiados en lo futuro. Estos pocos, la Iglesia, cuyos miembros
son llamados y se prueban de antemano con el propósito especial de colaborar con Dios en
la tarea de bendecir al mundo ante el cual ahora testifican para luego, bendecirlo y
juzgarlo en su periodo de prueba, son los únicos que hasta cierto grado gozan de los
beneficios del Rescate y se encuentran ahora en prueba por la vida.
A estos pocos se les imputan y reciben por medio de la fe) todas las
bendiciones restitutorias que se proporcionarán al mundo durante la edad venidera. Aun
cuando éstos no han sido perfeccionados de hecho, ni restaurados a la condición
disfrutada por Adam no obstante, y para compensar la diferencia, se les trata de una
manera especial.
A causa de su fe en Cristo se les estima como perfectos, y
consecuentemente son restaurados a la perfección y recobran el favor divino como si
cesaren de ser pecadores. Sus imperfecciones y debilidades inevitables dejan de
serles atribuidas una vez que hayan sido saldadas por el Rescate y al estar cubiertas con
la perfección del Redentor.
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Las pruepas de
la Iglesia y del mundo son diferentes.
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Así vemos que a causa de
la imputada posición en (Cristo, la prueba de la Iglesia es tan propicia como lo será la
del mundo cuando le llegue su turno. Todo el mundo vendrá al pleno conocimiento de la
verdad, y al aceptar sus condiciones y requisitos cada cual dejará de ser tratado como
pecador y entrará a ocupar un puesto como hijo para quien se han preparado todas las
bendiciones de la Restitución. Entre las distintas experiencias que
caracterizan las pruebas del mundo y de la Iglesia, se encuentra la de que los obedientes
de entre el mundo sin dilación empezarán a recibir las bendiciones de la Restitución
por medio de la remoción gradual de sus debilidades mentales y físicas en tanto que la
Iglesia consagrada al Señor a muerte, baja hasta ella y en la resurrección primera
instantáneamente obtiene la perfección.
Otra diferencia
entre las dos pruebas consiste en lo más favorable de las circunstancias en esa época
comparadas con las de ésta; en ese entonces, las condiciones sociales, el gobierno, etc.,
serán más favorables para el ejercicio de la justicia, se premiará la fe y la
obediencia, y se castigará el pecado; por el contrario, la prueba de la Iglesia bajo el
príncipe de este mundo, se efectúa bajo circunstancias adversas para la rectitud, la fe
y toda otra virtud.
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La extinción
es la pena por el pecado.
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No obstante, y como ya hemos visto, esto tendrá su
compensación en el premio del honor y de la gloria pertenecientes a la naturaleza divina
que en adición a la vida eterna se ha ofrecido a la Iglesia. Aun cuando no tomó lugar sino después
de novecientos treinta años de agonía, al desobedecer, la muerte de Adam era inevitable.
Puesto que él se encontraba en proceso de muerte, todos sus hijos nacieron en la misma
condición moribunda, sin derechos a la vida, y, lo mismo que sus padres, mueren después
de una agonía más o menos prolongada.
Debe recordarse sin embargo que la pena por el pecado no es el dolor
ni los sufrimientos ocasionados por el proceso de muerte, sino la misma muerte, la
extinción de la vida, en que culmina esa lenta agonía. El sufrimiento le es puramente
incidental y hay muchos que reciben la pena con poco o nada de dolor.
También debería recordarse que al perder Adam el derecho a la
vida, para siempre lo perdió, y que de entre sus hijos, ninguno ha logrado expiar su
culpa ni recobrar la herencia perdida. La raza entera está ya muerta o moribunda, y si
antes de la muerte ninguno de sus miembros ha podido expiar su culpa, ciertamente que no
han de conseguirlo ahora que están privados de la existencia. La pena impuesta por el
pecado no consistió simplemente en morir manteniendo el derecho y el privilegio de volver
más tarde a la vida.
Al hacerse presente la pena en que se incurriría, no se intimó que
habría liberación de ella (Gén. 2:17), y por lo tanto, la Restitución es un acto de
gracia y de favor de parte de Dios. Tan pronto como se incurrió en la pena, ano en el
momento de decretarla, se hizo alusión al misericordioso y libre favor de Dios, el
cual, una vez realizado, patentizará tan plenamente su amor.
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Cuando Dios
juró a Abraham que en su simiente serían bendecidas todas las familias de la tierra se
implicó una resurrección o Restauración. |
De no haber sido por el rayo de esperanza vislumbrado
en las palabras de Dios al intimar que la simiente de la mujer quebrantaría la cabeza de
la serpiente, la raza hubiera quedado en una triste condición. La
promesa daba a entender que Dios tenía un plan en beneficio de la humanidad. Cuando Dios
juró a Abraham que en su simiente serían bendecidas todas las familias de la tierra se
implicó una resurrección o Restauración puesto que muchos habían muerto ya y han
muerto desde entonces sin ser bendecidor. Esa promesa es aún certísima; cuando lleguen
los tiempos del refrigerio o de Restauración
(Hech. 3:19), entonces serán todos bendecidos.
Siempre y cuando que la palabra bendición indica favor, y como
quiera que a causa del pecado se retiró el favor de Dios dando lugar a la maldición, la
promesa además sobreentiende que ésta sería removida y daría por resultado el retorno
de su favor. También implica o que Dios se compadecería, cambiaría su decreto y
justificaría a la raza culpable, o que se habla forjado un plan por medio del cual
podría redimirla haciendo que otro hombre pagase la pena impuesta sobre el hombre.
Dios no dejó a Abraham en dudas acerca de su plan sino que
por medio de los varios sacrificios típicos que todos los que se le acercaban debían
presentarle, le demostró que no podía ni quería excusar el pecado ni lo pasaría por
alto, y que la única manera de borrarlo y de abolir su pena era encontrando un sacrificio
que fuere suficiente y que correspondiese a ella.
Tal cosa se la indicó por medio de un tipo muy significativo:
el hijo de Abraham, en el cual se centraba la bendición prometida antes de poder ser
instrumento de bendición tuvo que ser ofrendado en sacrificio, y de entre los muertos
Abraham lo recibió en figura.
(Heb. 11:19)
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El hijo de Abraham, Isaac representaba a
Jesu Cristo.
Abraham y Isaac
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Isaac en esa figura representaba a la verdadera
simiente, Cristo-Jesús quien para que todos pudieran recibir la bendición prometida,
murió redimiendo a toda la humanidad. Si Abraham hubiese creído que Dios excusaba y
declaraba inocente al culpable, habría pensado que era voluble y por consiguiente no
hubiera confiado en su promesa. Sus deducciones probablemente
habrían sido que si Dios cambiaba de modo de pensar una vez, nada quitaba que lo
repitiese, y si se arrepentía en cuanto a la maldición de la muerte, no sería extraño
que procediera de igual manera en lo concerniente a la bendición y favor prometidos.
No obstante, el Señor no nos deja en tal incertidumbre, El nos de
plena seguridad tanto de su justicia como de inmutabilidad. No podía perdonar al culpable
a posar de que tanto amó al mundo que no retuvo ni aun a su mismo Hijo, sino que lo
entregó (a la muerte) por todos nosotros.
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Jesus se dio
una satisfacción
plena para todos los hombres. |
De la manera que toda la raza se encontraba en Adam y
en él perdió la vida cuando éste se puso bajo la sentencia de condenación, igualmente
cuando Jesús "se dio a sí mismo en Rescate por todos," su
muerte incluyó a la raza que El habría podido engendrar. Así, un
precio correspondiente o satisfacción plena en beneficio de todos los hombres se puso en
manos de la justicia para ser aplicado "a su debido tiempo," y
ahora, Aquel que a todos nos compró, tiene plena autoridad para
restaurar a todos los que en su nombre se lleguen a Dios.
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Adán
y Jesus
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"Luego, así como por medio de una sola transgresión, sentencia vino a
todos los hombre para condenación, asimismo también por un solo acto de justicia,
sentencia viene a todos los hombres para justificación de vida. Pues de la manera que por
medio de la desobediencia de un hombre muchos fueron constituidos pecadores, así
también, por medio de la obediencia del otro, muchos serán constituidos justos."
(Rom. 5:18-19)
La proposición es muy sencilla: A todos los que a causa del
pecado de Adam han participado de la muerte, Jesús nuestro Señor, quien murió por ellos
y "se dio a sí mismo en Rescate por todos," cuando sacrificialmente y ante la
ley quebrantada se constituyó en el substituto de Adam, ha de brindarles privilegios de
vida. EI murió, "el justo por los injustos para traernos a Dios." (1 Ped. 3:18)
Sin embargo, nunca debería pasarse por alto que todas las
provisiones divinas y los abundantes favores en beneficio de nuestra raza requieren la
voluntad humana como factor para poderlos gozar. Algunos han pasado por alto este detalle
al examinar el texto ya citado ( Rom. 5:18, 19)
Las palabras del Apóstol dan a entender que así como la sentencia
de condenación recayó sobre toda la simiente de Adam, de la misma manera, por medio de
la obediencia de nuestro Señor al plan que el Padre había forjado, y por medio del
sacrificio de sí mismo en beneficio nuestro, a todos se extiende un dan misericordioso,
la dádiva del perdón, que si se acepta, se torna en la justificación o las bases para
alcanzar la vida eterna.
Por consiguiente: "de la manera que por medio de las
desobediencia de un hombre muchos fueron constituidos pecadores así también por medio de
la obediencia de otro, muchos serán (no fueron) constituidos
justos."
Si sólo el Rescate, sin la aceptación de nuestra parte, nos
constituyese justos, el texto en ese caso diría: por medio de la obediencia de otro,
muchos fueron constituidos justos.
A pesar de que el Redentor ha dado ya el precio del Rescate, pocos
son los que durante esta Edad Evangélica han sido "justificados"
o hechos justos "por medio de la fe en su sangre." Sin embargo,
como quiera que Cristo es la propiciación (la satisfacción) por los pecados de todo el
mundo, bajo el Nuevo Pacto y por mediación suya todos los hombres pueden ser absueltos y
libertados de la pena que el pecado atrajo sobre Adam.
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Cristo pago
nuestra pena.
"Ha resucitado."
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Dios no procede injustamente, de modo que "si
confesamos nuestros pecados, El es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y librarnos
de toda iniquidad." (1 Jn. 1:9) El habría sido injusto al habernos
permitido escapar de la pena pronunciada sin ser satisfecha. Del mismo modo nos da a
entender en este texto que seria injusto el impedir nuestra restauración siempre y cuando
que por su misma disposición ya se proveyó el precio correspondiente para pagar por la
pena en nuestro lugar. La misma justicia inflexible que anteriormente
condenaba a muerte al hombre, ahora garantiza la liberación de todos los que confesando
sus pecados pidan la vida por medio de Cristo-Jesús.
"Dios es el que justifica. ¿Quién es el que condena? Cristo es el que
murió, más aún, el que también resucitó; el que está a la diestra de Dios, el que
también intercede por nosotros."
Rom. 8:33-34
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Lo completo del Rescate es el mejor y más sólido
argumento demostrativo de la restauración de todos los que quieran aceptarlo en los
términos propuestos. (Apoc. 22:17) El honor y la justicia divinos se encuentran de por
medio; se implica en cada promesa que Dios ha hecho, y todos los sacrificios típicos nos
dirigen hacia el grandioso y suficiente sacrificio, el Cordero de Dios que quita EL PECADO
DEL MUNDO, y que constituye
"la propiciación (satisfacción) por nuestros pecados (los
de la Iglesia), y no por los nuestros solamente sino también por los de todo el
mundo. (Jn. 1:29;
1 Jn. 2:2)
Puesto que los gajes del pecado son la muerte, al cancelarse el
pecado, de necesidad y al debido tiempo deben cesar los gajes. Cualquier otro punto de
vista sería injusto y poco razonable.
El hecho de que aún no se ha efectuado la recuperación de lo
perdido en Adam a posar de que han transcurrido cerca de dos mil años desde la primera
venida y muerte del Redentor, no se podría presentar como argumento en contra de la
Restitución puesto que tampoco sería argumento el presentar como prueba de que Dios no
había formado el Plan de Redención desde antes de la fundación del mundo, el hecho de
que transcurrieron cuatro mil años antes de que viniese el Redentor a morir.
Tanto los dos mil años posteriores como los cuatro mil que
precedieron a la muerte de Cristo, fueron períodos señalados para otras partes de
a obra preparatoria de "los tiempos de la restauración toe todas las
cosas."
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Algunos en
parte y otros totalmente han sido cegados por Satanás.
Cada quien tendrá
una plena oportunidad para probar por su
obediencia si son dignos o indignos de la vida eterna. |
No se suponga apresuradamente que esta opinión
presenta algún punto en conflicto con lo que las Escrituras enseñan en cuanto a que la
fe en Dios, el arrepentimiento del pecado y la reforma de carácter son requisitos
indispensables par alcanzar la salvación. Este punto lo trataremos más detenidamente
cuando llegue su turno; por ahora nos limitaremos a insinuar que muy pocos han tenido una
medida de luz suficiente para producir una fe completa, el arrepentimiento y la reforma.
Algunos en parte, otros totalmente, todos han sido cegados por el dios de este mundo y
tienen que ser recobrados de su ceguera y de la misma muerte para que puedan tener una
plena oportunidad y que por medio de su obediencia o desobediencia cada cual se demuestre
digno o indigno de la vida eterna. Luego, los que se muestren indignos de ella, de nuevo
morirán, la segunda muerte, de la que no habrá redención ni la resurrección
consiguiente.
La muerte y todas las imperfecciones ocasionadas por el pecado de
Adam serán removidas por medio de la redención que se ofrece en Cristo Jesús, pero la
muerte en que se incurre a causa de la desobediencia personal y voluntaria, es definitiva.
Este pecado es imperdonable y su castigo es eterno: no un tormento eterno, sino la muerte
eterna, la segunda muerte, una muerte que otra resurrección no ha de interrumpir.
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La redención
por medio de Cristo será
tan extensa como lo fue el pecado de Adán. |
En un volumen subsiguiente trataremos de la filosofía
del plan de redención. Aquí nos limitaremos a establecer el hecho de que la redención
por medio de Cristo Jesús será tan extensa en sus benéficos resultados y oportunidades,
como lo fue el pecado de Adam en lo funesto y degradados; y esto, con el objeto de que
todos los que participaron de la condena y sufrieron por causa del uno, "a su
debido tiempo," y con la misma certeza, puedan ser libertados por el otro.
Este argumento bíblico, sin embargo, no puede apreciarse por ninguno que no esté pronto
a admitir que de acuerdo con las Escrituras la muerte la extinción del sér-son los gajes
del pecado. Los que opinan que la muerte es la vida en tormento, a
más de no contar con el opuesto significado de las palabras muerte, y vida, se colocan a
sí mismos entre dos absurdos. Es absurdo el suponer que Dios, por cual quiera que hubiese
sido la clase del pecado cometido, y más que todo, por la comparativamente leve ofensa de
comer del fruto prohibido, perpetuase la existencia de Adam en el tormento eterno.
Y si Jesús redimió a la humanidad, si murió en nuestro lugar, si
llegó a ser nuestro Rescate, y si bajó hasta la muerte para que pudiéramos ser librados
de ella, ¿no es acaso evidente que la muerte sufrida por El tuvo que ser exactamente
igual a la que la raza se hallaba condenada? ¿Por ventura se encuentra El sufriendo un
tormento eterno por nuestros pecados? De no ser ese el caso, puesto que El murió por
nuestros pecados, entonces el castigo que por ellos correspondía fue la muerte, mas nó
la vida en ninguna condición o sentido.
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La doctrina de
el tormento eterno es contra las Escrituras y el entendimento del Rescate. |
Parece extraño el decirlo, pero aun cuando la teoría
del tormento eterno es inconsistente con expresiones como: "Cristo murió por
nuestros pecados," "Jehová cargo sobre El la iniquidad de todos nosotros,"
y a pesar de darse cuenta de que es preciso abandonar una u otra idea por ser
incompatibles, con todo hay algunos que tan tenazmente se aforran a la idea del tormento y
la consideran un bocado tan delicioso, que en abierto desacato a las Escrituras se
adhieren a ella y deliberadamente niegan que Jesús se dio en precio de Rescate por el
mundo, aun cuando ésta es una verdad que se enseña en cada página de la Biblia. |
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¿ES PRACTICABLE LA RESTITUCION?
Según suponen algunos, si los miles de millones que han dejado de existir se
levantaran, no habría en la tierra lugar suficiente para ellos, y en caso de haberlo, que
la tierra no produciría lo requerido para la manutención de una problación tan inmensa.
Otros llegan hasta el extremo de aseverar que la tierra es un vasto cementerio, y que en
caso de que se levantaran todos los muertos, tendrían que amontonarse unos sobre otros
por falta de espacio.
Este es un punto importante. ¡Cuán extraño sería que mientras la Biblia enseña la
resurrección de todos los miembros de la raza, al tomar las medidas de la tierra no
encontrásemos suficiente campo para ellos! Pero, hagamos un cálculo y se verá lo
infundado de esos temores. El resultado demostrará que la tierra ofrece amplio campo para
"la Restitución de todos" de que Dios habló "por
boca de sus santos Profetas."
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Si todos los
muertos fueron resucitados, ¿habrá
suficiente espacio para todos en la
tierra? |
Supongamos que desde la creación del hombre han
transcurrido seis mil años y que hoy en día (1886) mil cuatrocientos millones de seres
humanos pueblan la tierra. Sabemos que nuestra raza empezó con una sola pareja, sin
embargo, seamos liberales y hagamos cuenta de que en un principio había tanta gente como
ahora, y que el número nunca ha sido menor aun cuando en realidad el diluvio redujo la
población del mundo a ocho personas. Una vez más seamos pródigos y a un
siglo calculemos tres generaciones o sean treinta y tres años para cada una, a pesar de
que conforme al capítulo 5 del Génesis, desde Adam hasta el diluvio, un período de mil
seiscientos cincuenta y seis años, sólo hubieron once generaciones, lo que equivale a
ciento cincuenta años poco más o menos para cada una.
Seis mil años son sesenta siglos; tres generaciones para cada siglo
dan un total de ciento ochenta generaciones desde los tiempos de Adam, y a razón de mil
cuatrocientos millones en una generación, este cálculo exagerado daría un resultado de
doscientos cincuenta y dos mil millones (252,000,000,000) como número total de nuestra
raza desde la creación hasta la actualidad.
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¿En dónde hallaremos campo suficiente para esta gran
muchedumbre? Tomemos algunas medidas a ver en qué paramos. El Estado de Texas, de la
Unión Americana, tiene una superficie de doscientos treinta y siete mi] millas cuadradas.
Una milla contiene veintisiete millones, ochocientos setenta y ocho
mil cuatrocientos pies cuadrados, y por lo tanto, en Texas se encuentran seis billones,
seiscientos siete mil ciento ochenta millones ochocientos mil (6,607,180,800,000) pies
cuadrados.
Si asignamos diez pies cuadrados de superficie para cada cadáver,
las cifras nos prueban que Texas como cementerio contendría seiscientos sesenta mil
setecientos diez y ocho millones, ochenta mil (660,718,080,000) cadáveres, o casi tres
tantos del exagerado número en que hemos calculado los que han vivido sobre la tierra.
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Puesta en pie, el espacio que ocupa una persona es poco
menos de dos pies cuadrados. En esta proporción, la población actual del mundo (mil
cuatrocientos millones- 1886 E. C.) muy bien podía pararse en una área menor que la de
la ciudad de Londres o de Filadelfia, y la Isla de Irlanda, (de treinta y dos mil millas
cuadradas de superficie) proporcionaría campo para que estuvieran de pie más del doble
de las personas que han vivido en el mundo, a pesar de lo exagerado de nuestro cálculo. |
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Si
cada quien que ha vivido fue puesto en los EEUU ...
"X" acres/persona
"X" millas cuadradas/persona
"X" pies cuadradas/persona |
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6,000
años
desde la
creacion
= 60 siglos
33 años/generación
= 3 generaciones/desde
la creación
60 siglos
x 3 generaciones
= 180 generaciones
desde la creación |
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Pies
cuadradas en Texas
27,878,400
pies cuadradas por milla
x 237,000
millas cuadradas en Texas
= 6,607,180,800,000
pies cuadradas en Texas
|
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1,400,000,000
personas en la tierra ahora
x 180 generaciones
= 252,000,000,000
todas la
personas que han vivido en la tierra |
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Si
Texas fuera un cemeterio
Usando 10 pies cuadradas por cada persona en un cemeterio:
6,607,180,800,000 pies cuadradas en el estado de Texas X 10
= 660,718,080,000
personas en un cemeterio |
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Casi
3 tantos el total exagerado que jamas han vivido pudieran tener 10
pies cuadrados de espacio para estar de pie en Texas! |
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Ya vimos, pues, que no es muy
difícil el vencer tal objecion. Además, si recordamos la profecía de Isaías (35:1-6)
en donde se nos dice que la tierra cederá su aumento, que el yermo se alegrará y
florecerá como la rosa, y que brotarán aguas en el desierto y arroyos en el yermo, nos
enteramos de que Dios ha previsto todas las necesidades de su plan y ha de proveer en
abundancia todo lo que necesitan sus criaturas de una manera que parecerá muy natural. |
¿El
casó
de inteligencia el hombre primitiva? |
La Restitucion En
Contra de la Evolucion
Es posible que algunos aleguen que el testimonio de las Escrituras
en lo tocante a la Restitución humana a su primer estado se encuentra fuera de armonía
con las conclusiones de la ciencia y de la filosofía, las que, con aparente razón, nos
llaman la atención a la inteligencia superior de este siglo y presentan esto como una
evidencia conclusivo de que el hombre primitivo debe haber sido, en comparación, muy
escaso de inteligencia, la cual pretenden que es el resultado de la evolución. Desde este
punto de vista, nada deseable sería una Restitución al estado primitivo, y en cambio
sería todo lo contrario de una bendición.
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¿Se
cayó
Adán
haeia arriba? |
A primera vista, tal
razonamiento parece plausible, y muchos parecen inclinados a aceptarlo como verdad sin
antes someterlo a un cuidadoso examen; la opinión de éstos, como se expresó por un
célebre predicador en la ciudad de Brooklyn, es que si Adam cayo, su caída fue hacia
arriba, y que entre más pronto caigamos de ese estado original, tanto mejor será para
nosotros y para todos aquellos a quienes concierne. |
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Filosofar de esta manera, aun
en el púlpito, nulifica la Palabra de Dios, y de ser posible, llegaría hasta el extremo
de convencernos de que los Apóstoles disparataron al declarar que la muerte y todos los
males que la acompañan fueron ocasionados por la desobediencia del primer hombre, y que
por medio del Rescate pueden ser removidos para que el hombre logre ser restaurado a la
vida y al favor de Dios. (Rom. 5:10, 12, 17-19, 21; 8:19-22; Hech 3:19-21; Apoc. 21:3-5)
Mas no nos apresuremos a considerar como inexpugnable semejante filosofía, puesto que de
vernos forzados a hacer a un lado las doctrinas apostólicas relativas al origen de la
muerte y de] pecado, y a la restauración de la raza a la perfección original, entonces,
y para proceder honrada y sincera mente, deberíamos rechazar sus testimonios sobre toda
materia y por completo, no considerándolos como inspirados y de consiguiente, sin peso o
autoridad especial. A la luz de los hechos, y brevemente, examinemos esta opinión que
tanta popularidad está alcanzando, y veamos qué tan profundos son sus razonamientos.
|
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Un adepto y representante de
esta teoría se expresó como sigue:-"El hombre en un principio se encontraba en un
período de su existencia en que predominaba su naturaleza animal y era casi totalmente
gobernado por lo físico; luégo, gradualmente fue pasando de un estado otro, hasta hoy,
en que podemos decir que por término medio el hombre ha llegado a la condición o estado
de ser gobernado por el cerebro. Esta edad, por lo consiguiente,
puede calificarse como "la Edad Cerebral" o intelectual. El cerebro da empuje a
las grandes empresas de día a su mando están las riendas del gobierno, y los
elementos de la tierra, del agua y del aire, por él han sido y continúan siendo
sujetados. El hambre está utilizando todas las fuerzas físicas, y lenta pero firmemente,
a tal grado afianza su poder sobre los arcanos de la naturaleza, que ya se puede esperar
el que por último exclame en el lenguaje de Alejandro Selkirk: Soy el monarca de
todo cuanto veo.
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La
investigacion científica
no es infalible. |
El hecho de que a primera
vista una teoría parece razonable7 no debería inducirnos a aceptarla inconsideradamente
ni a que procurásemos concordar la Biblia con ella. De diferentes maneras hemos probado
la Biblia y sabemos con certeza que contiene una sabiduría sobrehumana que marca lo allí
escrito con un sello de verdad. También deberíamos recordar que a pesar de ser
recomendable la investigación científica y el examen de sus insinuaciones y deducciones,
con todo, éstas no son infalibles. No es de extrañarse que dicha
investigación haya probado mil veces lo falso de algunas de sus teorias si se tiene en
cuenta que el investigador científico es tan solo un estudiante que afrontando
circunstancias adversas y esforzándose en contra de dificultades casi invencibles, se
empeña en aprender del gran Libro de la Naturaleza la historia y el destino del hombre, y
de la morada de éste.
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La biblia Genova
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Por consiguiente, no hemos de
oponer ni de impedir la investigación científica, pero eso sí, al oír las opiniones
que ofrecen los estudiantes del Libro de la Naturaleza, cuidadosamente comparemos sus
deducciones, que tan a menudo han resultado en parte o por completo erróneas, con el
Libro de la Revelación Divina, y así aprobarlas o rechazarlas por medio de "la
ley y el testimonio," "si no hablan conforme a esta palabra es porque no hay luz
en ellos." (Isa. 8:20) El conocimiento exacto de ambos
libros ha de probar que están en armonía, mas hasta que se logre adquirir tal
conocimiento, para los hijos de Dios, la Revelación Divina debe ocupar el primer lugar y
servir de norma para examinar los supuestos hallazgos del hombre falible.
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La
Edad Cerebral aprende de las edades pasadas.
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Sin hacer a un lado este
principio, indaguemos si se encuentra una solución de la causa a que puede atribuirse el
aumento del conocimiento, la pericia y el poder que ha alcanzado el hombre, más razonable
que la teoría evolutiva, la que pretende que el hombre, aun cuando ha evolucionado de un
rango de existencia bastante inferior, llegó ya a su estado superior o sea la "Edad
Cerebral." Tal vez, después de todo, arribemos a la conclusión de que las
invenciones y comodidades, junto con la educación general y la mayor difusión y aumento
de conocimientos, no son atribuibles a la mayor capacidad mental sino a las más
favorables condiciones que en la actualidad se presentan para ejercitar el intelecto.
Negamos que la capacidad mental hoy en día es superior a la de los tiempos pasados, aun
cuando admitimos sin reserva que debido a lo propicio de las circunstancias, el uso de esa
capacidad hoy en día es más general que lo ha sido en tiempos pasados dando por
resultado una mayor ostentación. En el estudio de la pintura y escultura, los artistas de
esta "Edad Cerebral," ¿no acuden a los grandes maestros del pasado? ¿No dan
con esto pruebas de que ellos reconocen una capacidad mental, una originalidad en el arte
y una pericia en la ejecución de la obra, dignas de ser imitadas?
¿Y, para sus obras de arquitectura, la "Edad Cerebral" no
depende acaso en su mayor parte de los diseños originales de tiempos pasados? Y, en
cuanto a silogismos y métodos, ¿a dónde, sino a Platón, a Aristóteles, a Demóstenes
y a otras celebridades antiguas, recurren los oradores y lógicos de esta "Edad
Cerebral"? Y de entre los conferencistas de este día, ¿cuántos no codiciarían la
lengua de Demóstenes y de un Apolo, o, en grado sumo, el agudo poder de raciocinio que
caracterizaba al Apóstol Pablo?
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La
lógica
y la ley de edades pasadas es un compendio de sabiduría
maravillosa. |
Y, para retroceder algo más,
aun cuando bien podríamos referirnos a la retórica de varios de los Profetas y a los
sublimes cuadros poéticos que abundan en los Salmos bástanos someter al examen de los
filósofos de esta "Edad Cerebral" la sabiduría y lógica, y la no menos
notable sensibilidad moral de Job y de sus confortadores. ¿Y de
Moisés, "instruido en toda la sabiduría de los egipcios7" qué diremos? Las
leyes que por su conducto fueron dadas han servido de base para las de toda nación
civilizada y aún se reputan como un compendio de sabiduría sin igual.
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Los
métodos
ancianos de fabricar no podemos duplicar. |
Las excavaciones que se han
llevado a cabo al tratar de desenterrar algunas ciudades antiguas presentan evidencias de
saber tan profundo en cuanto a las artes y las ciencias que muchos de los filósofos de
esta "Edad Cerebral" se sienten sorprendidos. Los métodos empleados por los
antiguos para embalsamar a los muertos, para templar el cobre y para hacer vidrio
elástico, acero de Damasco, etc., son algunas de las adquisiciones de los tiempos
remotos, las cuales los cerebros de este día, a pesar de las múltiples ventajas, no
pueden comprender ni duplicar. |
El maravillosa Gran Pirámide
de Egipto
|
Al retroceder cuatro mil
años poco más o menos, hasta el tiempo de Abraham, encontramos la Gran Pirámide de
Egipto, la que es objeto de admiración y de asombro para los hombres de ciencia más
renombrados de la actualidad. Su construcción está en exacto acuerdo con las
conclusiones más avanzadas de la "Edad Cerebral" en cuanto a matemáticas y
astronomía. Con una exactitud asombrosa enseña verdades a las cuales hoy se puede llegar
tan sólo valiéndose de instrumentos modernos. Tan impresivas y
evidentes son sus enseñanzas que algunos de los más eminentes astrónomos han opinado
que es de origen divino. Y si esto llegase a concederse por nuestros evolucionistas de la
"Edad Cerebral" y si estuviesen de acuerdo en cuanto a lo sobrehumano de la
sabiduría que allí se exhibe, con todo deben admitir que es de construcción humana, y
siendo este el caso, el hecho de que en una época tan remota se encontraron hombres
poseedores de la suficiente capacidad mental para llevar a cabo las instrucciones divinas,
empresa que muy pocos hoy en día se atreverían a acometer con el modelo ante los ojos y
teniendo a su alcance todos los instrumentos modernos, prueba que nuestra "Edad
Cerebral" despliega más presunción de la que justifican los hechos.
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La capacidad mental hoy no es más
grande que el pasado. |
Si como lo hemos demostrado, la capacidad mental hoy en día no es
mayor que lo fue en tiempos anteriores, sino probablemente inferior, entonces, ¿a qué se
puede atribuir el aumento de conocimiento en todo ramo, las invenciones modernas y demás
cosas que marcan esta edad? Esto, de una manera razonable y de acuerdo con las Escrituras,
confiamos hacerlo evidente. Las
invenciones y descubrimientos que están probándose tan valiosos y que se toman como
pruebas de que estamos en la "Edad Cerebral," son en realidad muy modernas, casi
todas se han hecho en el transcurso del siglo pasado, encontrándose entre los más
importantes los de los últimos sesenta años, por ejemplo: la aplicación del vapor y de
la electricidad en la telegrafía, los ferrocarriles, los buques y la maquinaria de las
diferentes industrias mecánicas.
Por consiguiente, si éstas se toman
como evidencias del aumento de capacidad mental, quiere decir que tan solo nos encontramos
en los comienzos de la "Edad Cerebral" en tal caso, la lógica deducción
sería que al pasar otro siglo toda clase de milagros se considerará como cosa ordinaria,
y a ese paso, ¿a donde iremos a parar?
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Solamente un
numero pequeño
de hombres tiene grandes poderes del cerebro o son genios.
Descubri mientos muchas veces se encuentran
tras "accidentes." |
Prosigamos nuestra investigación. ¿Acaso todos los
hombres son inventores? No; ¡bien reducido es el número del grupo cuyos inventos son en
realidad útiles y prácticos, si se comparan con los que aprovechan y hacen uso del
invento una vez que se ha puesto en sus manos! Al decir que en su
mayor parte esos inventores no son individuos dotados de una gran capacidad mental, no se
nos entienda como menospreciando a esa clase tan útil y estimable de servidores
públicos. Algunos de los cerebros privilegiados y razonadores profundos no son inventores
mecánicos; por el contrario, entre los inventores hay algunos tan mentalmente
raquíticos, que es motivo de asombro general el que tan siquiera hayan tropezado con los
inventos que han dado a conocer.
Los grandes principios de esas invenciones (la electricidad, fuerza
del vapor, etc.) que tantas personas han tomado tánto tiempo en aplicar de diferentes
maneras, casi sin excepción fueron descubiertos accidentalmente, sin el ejercicio de una
extraordinaria capacidad mental, y pudiera decirse que sin buscarlos.
|
La imprenta Gutenberg
La invención
de la imprenta empezo el aumento de conocimiento.
Las invenciones modernas indican
percepciones más
claras y más
educación
pero NO un abimento de la capacidad del cerebro. |
Desde un punto de vista humano, nuestro parecer en
cuanto a la manera en que los inventos modernos han ocurrido, es como sigue: La invención
de la imprenta en el año de 1440 puede considerarse como el punto de partida. Por medio
de la impresión de libros se dieron a conocer las ideas y los descubrimientos de los
pensadores y observadores, los que sin esta invención no hubiese sido posible transmitir
a otros que más tarde vinieron al mundo. Con los libros vino
también una educación más general, dando paso al establecimiento de escuelas públicas.
Las escuelas y colegios no aumentan la capacidad humana pero sí hacen más general el
ejercicio mental, resultando en el desarrollo de la capacidad ya poseída.
En proporción a que los conocimientos se hacen más generales y los
libros se multiplican, las generaciones que gozan de éstos, incuestionablemente adquieren
ventajas sobre las precedentes; esto redunda no tan sólo en el aumento de pensadores a
razon de mil por uno quienes por medio de insinuaciones mutuamente se impulsan y estimulan
sino que también cada generación subsiguiente a más de su propia experiencia tiene a su
alcance la experiencia combinada del pasado.
La educación y la laudable ambición que ésta engendra de
emprender alguna tarea difícil, un espíritu competidor los anhelos de lograr fama y
distinción, unido a las anotaciones y descripciones que de los inventos aparecen en los
periódicos, todo contribuye a estimular y abrillantar las facultades de percepción
poseídas por el hombre, y hacen que cada uno esté alerta para, si posible es, inventar
algo que redunde en el beneficio y la comodidad general.
Todo esto nos conduce a insinuar que las invenciones modernas
consideradas bajo un punto de vista netamente humano, demuestran que en cambio de un
aumento de capacidad mental lo que ha acontecido es un aguzamiento de percepción debido a
causas naturales.
|
"El tiempo del fin
La ciencia será aumentadas."
Dan. 12:4 |
|
"Muchos correrán de aquí para allá"
"La ciencia será aumentadas"
"Un tiempo de angustia cual nunca ha sido desde que ha habido nación
hasta aquel tiempo"
|
Ahora pasemos a las Escrituras para
averiguar lo que enseñan concerniente al asunto, pues aun cuando opinamos que las
invenciones, el aumento de conocimiento y demás cosas que hoy acontecen entre los hombres
son resultados de causas naturales, creemos sin embargo que Jehová Dios
trazó el plan y ordenó todas estas cosas desde hace mucho tiempo y que al llegarse la
ocasion se han llevado a cabo por medio de su providencia que todo lo dirige y que "obra
todas las cosas conforme al arbitrio de su misma voluntad." (Efe. 1:11)
Según el plan revelado en su Palabra, Dios se propuso permitir que por seis mil años el
pecado y la miseria oprimieran y rigieran al mundo, para luego, durante los séptimos mil
años, restaurar todas las cosas y extirpar el mal, acabando con él y con sus
consecuencias, por medio de Cristo Jesús a quien El de antemano había designado para
esta obra.
Por eso, a medida que se aproximaba el final de los seis mil años
del reinado del mal, Dios permitió que las circunstancias favorecieran los
descubrimientos, tanto los relacionados con los Libros de la Revelación y de la
Naturaleza como también los conducentes a preparar y a aplicar las herramientas, medios y
recursos mecánicos y químicos que durante la Edad Milenaria, pronto a inaugurarse, han
de ser tan eficaces en efectuar la bendición y el elevamiento de la humanidad. Que el
plan de Dios era tal, claramente se indica en las palabras proféticas:
"¡Oh Daniel, cierra las palabras y sella el libro hasta el tiempo del fin
(entonces), muchos correrán de aquí para allá y la CIENCIA (el saber, pero nó la
capacidad) será aumentadas
"No entenderá (el plan ni el proceder de Dios) ninguno de los inicuos,
mas los sabios entenderán" y
"Habrá un tiempo de angustia cual nunca ha sido desde que ha habido
nación hasta aquel tiempo." Dan. 12:1, 4, 10
Parecerá extraño a algunos que Dios no hubiese dispuesto las cosas
de tal manera que las bendiciones hubiesen llegado con anterioridad, y así aliviar el
castigo del hombre. |
La Humanidad
tendrá
una apreciacion plena de la pena de Adán.
|
Sin embargo, debe recordarse que el plan de Dios
ha sido el de permitir al hombre familiarizarse plenamente con los resultados de la
maldición que ahora pesa sobre el mundo, para que al llegar la bendición todos hayan
probado lo poco provechoso del pecado y decidan por siempre abandonarlo.
Además, Dios previa y predijo algo de lo cual el mundo no se da cuenta o sea que el
conceder sus bendiciones a aquellos cuyo corazón no se encuentra en armonía con las
justas leyes del universo, lejos de redundar en bien, originaría grandes males.
De esto, una lección práctica muy en breve se tendrá en conexión
con las acrecentadas bendiciones del día, y tanto en provecho de los hombres restaurados
como de los ángeles, de una vez para siempre se ejemplificará este principio. La manera
cómo ha de ocurrir, tan sólo podemos insinuarla:-
|
Su egoísmo
ahora regla todos.
Los pobres son aún
más
pobres.
|
Vemos en primer lugar que mientras la
humanidad se encuentra en su actual condición caída y depravada careciendo de castigos
apropiados, de leyes restrictivas y de un gobierno lo suficientemente firme para
imponerlas, las propensiones egoístas más o menos continuarán ejerciendo un dominio
general. En consideración a lo desigual de las facultades individuales, el resultado de
la maquinaria ahorrativa de labor, una vez que la agitación y el estímulo al
manufacturara quede atrás, no puede tender hacia otra cosa que aumentar el capital de los
ahora ricos, empobreciendo más a los que ahora no lo tienen. La
tendencia manifiesta es hacia el monopolio y el engrandecimiento propio, y esto redundará
en colocar las ventajas directamente en manos de aquellos cuyas aptitudes y prerrogativas
naturales son ya de lo más favorables.
|
La ocio sidad
es perjudicial.
"El Día
de Preparacion"
|
En segundo lugar, si posible fuese dictar
leyes conducentes a una repartición equitativa de la riqueza actual y de su incremento
diario, entre los diferentes grupos sociales (cosa que no cabe entre los límites de lo
probable), con todo, sin la perfección humana o un gobierno sobrenatural que administrase
los asuntos del hombre, los resultados serían más desastrosos que la presente
condición. Al distribuir proporcionadamente las ventajas derivadas
de la maquinaria ahorrativa de labor, y la de los utensilios modernos, muy en breve se
acortaría la faena diaria, dando lugar a un gran aumento de ocio. La falta de ocupación,
para seres caídos, es por demás perjudicial. De no haber sido por la cortapisa impuesta:
"(con el sudor de tu rostro comerás el pan," el deterioro de la raza hubiese
ocurrido mucho más rápidamente.
La ociosidad es la madre de todos los vicios, y sus ineludibles
resultados son la degradación mental, moral y física. Dios por lo tanto, en su infinita
sabiduría, retuvo estas bendiciones hasta llegar el debido tiempo para introducirlas como
preparativos al Reino Milenario en que han de descollar.
Bajo ese gobierno sobrenatural no solamente se distribuirán entre
los hombres de una manera equitativa todas las bendiciones, sino que además, el tiempo
desocupado será ordenado y empleado de tal manera por el mismo gobierno sobrenatural que
se aprovechará en estímulo de la virtud y para guiar hacia la perfección en todo
sentido.
El sin número de inventos y demás beneficios que en este
"día de la preparación" se permiten llevar a cabo de una manera natural, ha
dado margen a que los hombres se lacten y los señalen como productos de la "Edad
Cerebral"; sin embargo, se permitirá que sus resultados sean talos que ocasione la
decepción de estos sabios filósofos. Es este mismo aumento de favores el que ya amaga
sobrecoger el mundo en ese "tiempo de angustia cual nunca ha sido desde que
ha habido nación."
|
El aumento de
conocimiento se produce el tiempo de angustia predicho.
|
Como acabamos de citar, el Profeta Daniel
enlaza el aumento de conocimiento con el tiempo de angustia. A causa de la degradación de
la raza, el conocimiento es el causante de esa angustia. Aquel no sólo ha dado al mundo
maquinarias admirables que disminuyen la labor y proporcionan mayores comodidades, sino
que a la vez ha hecho crecer de punto la pericia médica prolongando así miles de vidas,
y a tal grado iluminando las masas, que las carnicerías humanas, las guerras, se han
hecho menos populares y de esta manera muchos se han librado de una muerte prematura para
en cambio contribuir a la procreación de la raza, que excediendo quizás a todo otro
período en la historia, se reproduce con asombrosa rapidez. Así, a
medida que la raza se multiplica velozmente, en proporción decrece la necesidad de su
trabajo, y los filósofos de la "Edad Cerebral" confrontan el problema de
proveer empleo y manutención para esa clase tan numerosa que aumenta sin cesar y de cuyo
trabajo se puede prescindir, suplantándolo con maquinaria, pero cuyas necesidades y
anhelos no es posible limitar. Estos filósofos deben finalmente convenir en que la
solución de este problema excede a su capacidad cerebral.
|
Egoísmo
y la preservación
de si mismo.
|
Los ricos, los que gozan ya de las
ventajas y el poder, seguirán siendo gobernados por el egoísmo; esto les impedirá obrar
conforme al sentido común y a la justicia; por otro lado, un egoísmo similar, combinado
con el instinto de preservación y un mayor aprecio de sus derechos, animará a unos, e
inflamará a otros de entre -las clases pobres, y de esa manera los efectos de las
bendiciones serán por algún tiempo terribles: producirán el gran tiempo de angustia
cual nunca ha sido desde que ha habido nación, y todo, porque el hombre en su condición
depravada, y sin ser guiado y dirigido, no puede hacer el uso debido de estas bendiciones.
Tan solo hasta el Milenio, cuando la Ley de Dios de nuevo esté
inscrita en el restaurado corazón humano, será que el hombre se hallará en condiciones
de ejercer su plena libertad sin daño o perjuicio para los demás.
|
El día
de angustía
acabará
en debido tiempo. |
A su debido tiempo, cuando el que habló
al furioso Mar de Galilea de nuevo y con autoridad ordene al tempestuoso mar de las
pasiones humanas: ¡Paz! ¡Sosegáos! el día de la aflicción tendrá su
fin. Cuando el Príncipe de Paz investido de su gran poder se ponga en pie, sucederá gran
calma, y entonces, los rabiosos y encontrados elementos reconocerán la autoridad de "El
Ungido de Jehová," "la gloria del Señor será revelada y toda carne la
verá"; durante el reinado de Cristo, que de esta manera ha de comenzar, "serán
bendecidas todas las familias de la tierra." |
Los hombres verán
la compasión
y amor de Dios. |
Todos entonces verán que aquello que
atribulan a la evolución o desarrollo natural y a la ingeniosidad de la "Edad
Cerebral," eran los reflejos de los relámpagos de Jehová en el "día
de su preparación" para bendecir a la humanidad (Sal. 77:18) Pero esto,
sólo los santos pueden verlo ahora y sólo los sabios en sabiduría celestial logran
entenderlo, puesto que "el secreto de Jehová es con los que le
reverencian," y "a ellos haráles conocer su pacto."
(Sal. 25:14) A Dios gracias, al mismo tiempo que el conocimiento se
ha aumentado, El ha dispuesto la manera en que sus hijos no sean "infructuosos en el
conocimiento del Señor" ni en la apreciación debida de sus planes. Al entender la
Divina Palabra y enterándonos de los planes que en ella se revelan, estamos en aptitudes
de discernir y ponernos en guardia en contra de las vanas filosofías y de las insensatas
tradiciones de los hombres con las que se pretende desmentirla.
|
|
El relato bíblico en cuanto a la
creación del hombre dice que a pesar de haberlo creado Dios recto y perfecto, una imagen
terrenal de sí mismo, con todo, el género humano buscase muchos artificios que en gran
manera le mancharon. (Gén. 1:27; Rom. 5:12; Ecle. 7:29) Que siendo todos pecadores, la
raza en general quedó impotente y nadie podía en manera alguna redimir a su hermano ni
dar por él un Rescate. (Sal. 49:7, 15) Que Dios, teniéndonos amor
y compasión, de antemano había hecho provisión para esto, y a su debido tiempo envió a
su Hijo, quien haciéndose hombre suministró el Rescate. Que en premio de ese sacrificio
y para llevar a término la gran obra de la reconciliación, el Hijo de Díos fue
soberanamente exaltado, hasta la naturaleza divina, y ocupando tan alto puesto, a su
debido tiempo restituirá a la raza su perfección original y las bendicio nes poseídas
en un principio.
Desde sus primeras páginas hasta su mismo fin, las Escrituras sin lugar a
duda corroboran todos estos puntos, los que están en oposición directa con la teoría de
evolución, o, expresándonos mejor: "las vanas discertaciones de la ciencia
falsamente llamada así," están en extremo e irreconciliable conflicto con
la Palabra de Dios.
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