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Epocas y Dispensaciones Senaladas en el Desarrollo del Plan Divino
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--El Plan de Dios definido y sistemático
--Tres grandes Épocas en la historia
del mundo
--Sus distintos aspectos
--"La tierra perdura para siempre"
--Subdivisiones de estas grandes épocas
--Aspectos importantes del Plan de Dios traídos a la vista
--El Orden, una vez reconocido, revela la armonía
--"Manejando acertadamente
la Palabra de Verdad" |
La obra completa de Dios declarará su infinita sabiduría y poder
La manera en que Dios trata a los
hombres no es azaroso o misterioso |
El Plan de Dios definido y sistemático
De la manera como algunos en su ignorancia no alcanzan a apreciar el
talento ni la pericia de un arquitecto por medio de una de sus obras sin terminar,
igualmente ahora muchos en su ignorancia juzgan mal a Dios a causa de su obra inacabada;
sin embargo, tan pronto como sea demolido y se remuevan los escombros del gran andamio del
mal, que fue permitido levantarse para disciplina del hombre, y el cual finalmente será
utilizado para el bien, entonces la obra completada del Gran Arquitecto declarará por
todo el universo la infinita sabiduría y el poder de su Autor; entonces también sus
planes serán hallados en armonía con su glorioso carácter.
Siempre y cuando que Dios nos informa que El tiene un propósito
fijo, y que todos sus propósitos se llevarán a cabo, como hijos suyos nos concierne el
averiguar cuáles sean esos planes con el objeto de ponernos en armonía con ellos.
Notemos el énfasis con que Jehová declara la fijeza de sus
propósitos: |
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"Jurado ha Jehová de los ejércitos, diciendo: Ciertamente
así como lo tengo ideado, asimismo sucederá, y conforme lo he trazado, así permanecerá
estable." "Jehová de los ejércitos lo ha determinado y
¿quién lo invalidará?" "Porque yo soy Dios y no hay más; y nada hay a mí
semejante... Mi consejo permanecerá y haré todo lo que quisiere... yo hablé, por eso lo
haré venir, lo pensé, hacerlo he también."
( Isa. 14:24, 27;
46:9-11) |
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"Pues mientras las tinieblas
cubren la tierra, y densa oscuridad a las naciones, se levanta sobre ti Yahvé, y se deja ver sobre ti su gloria."
Isa. 60:2
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Por lo tanto, a pesar de lo azaroso o
misterioso que el proceder de Dios para con los hombres aparezca, los que creen el
testimonio de su Palabra se ven precisados a admitir que su plan original e inalterable,
ha venido hasta ahora, y seguirá progresando de una manera sistemática hasta su
cumplimiento. Tres grandes Épocas en la historia del mundo
Sus distintos aspectos
En tanto que la humanidad en general, antes de que pueda darse
cuenta del glorioso carácter del Divino arquitecto, trastabillando en medio de las
tinieblas de la ignorancia tiene que esperarse hasta que el Plan de Dios pueda ser
discernible de una manera exterior, los hijos de Dios gozan del privilegio de ver, por
medio de la fe y a la luz de su antorcha, las glorias predichas del futuro, logrando así
comprender el de otra manera misterioso proceder del pasado y del presente.
Así es que, como hijos de Dios y herederos de lo prometido, llenos
de interés acudimos a la Palabra con el fin de que, por medio de los planes y
especificaciones allí presentados, podamos entender sus propósitos.
Allí nos damos cuenta de que el plan de Dios en lo tocante al
hombre comprende tres grandes períodos de tiempo comenzando con la creación del hombre y
llegando hasta el futuro ilimitado. Pedro y Pablo designan estos períodos "tres
mundos," los cuales representamos en el siguiente diagrama:
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Se puede dividir la historia en tres grandes periódos de tiempo |
Grandes Épocas Ilamados "Mundos"
Mundo
Que Fue |
El Presente
Mundo
Malo |
El Mundo
Venidero |
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"Mundo que fue" Mundo que fue"
2 Ped. 3:6 |
Estas tres grandes épocas representan tres manifestaciones distintas de la Providencia
Divina.
"MUNDO
QUE FUE." 2 Ped. 3:6
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"Este presente mundo malo"
Gál. 1:4 |
La segunda grande época, desde el diluvio
hasta el establecimiento de Reino de Dios, ha estado bajo el gobierno limitado de
Satanás, "el príncipe de este mundo," y se le califica de "ESTE PRESENTE MUNDO
MALO."
Gál. l:4; 2 Ped. 3:7
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"El mundo
venidero"
Heb. 2:5 |
La tercera será "un mundo sin
fin" ( Isa. 45:17), bajo la administración divina; será el Reino de Dios,
y se le da el nombre de "EL
MUNDO VENIDERO -- en el cual mora la justicia."
Heb. 2:5; 2 Ped. 3:13
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Los
Tres Mundos
1°
2° 3° |
El primero de estos
periodos o "mundos," bajo la administración de los ángeles, fue un fracaso; el
segundo bajo el gobierno de Satanás, el Usurpador, ha sido en verdad
"un mundo malo"; mas el tercero será una era de justicia y
redundará en la bendición de todas las familias de la tierra. |
Se ha permitido predominar el mal
"El Presente Mundo Malo"
La Enfermedad
La Muerte
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Los últimos dos de estos
"mundos" son más particularmente mencionados, y las cosas dichas con relación
a ellos se encuentran en marcado contraste. El presente o segundo periodo se califica de "el
presente mundo malo," no porque no haya nada de bueno en él, sino porque se
ha permitido predominar el mal.
"Por eso ahora llamamos dichosos a los soberbios, decimos también que
medran los que obran maldad y que los que tientan a Dios son librados del mal." ( Mal
3:15)
El tercer mundo o época se menciona como "EL MUNDO
VENIDERO-en el cual mora la justicia," no porque no habrá mal en él sino
porque éste no predominará. La desaparición del mal será gradual, necesitándose para
ello todos los mil primeros años. El mal no regirá entonces, no prosperará; ya no será
el malo quien florecerá, sino
"el justo florecerá" (Sal. 72:7),
el obediente, "de lo mejor de la tierra comerá"
( Isa. 1:19)
y "los malos serán destruidos." Sal. 37:9
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Apenreando a Esteban
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Visto esto, la siguiente dispensación
será tan diferente que en casi todo respecto ha de ser Ei reverso de la presente.
Las palabras del Señor muestran por qué habrá tanta diferencia entre la presente
dispensación y la futura. A causa de que el Señor será el
príncipe o gobernante del mundo venidero, la justicia y la verdad prosperarán en él, en
tanto que por ser Satanás el príncipe de este mundo, el mal prospera y florece el
pecado.
Si cualquiera que desea vivir piadosamente en el tiempo presente
sufre persecuciones, y si en cambio el malvado florece cual laurel verde ( 2 Tim. 3:12;
Sal. 37:35), es porque como dijo Jesús: "El príncipe de este mundo nada
tiene en mi," y por consiguiente no tiene interés por sus seguidores salvo
en lo que respecta a oponerlos, tentarlos y atormentarlos. Jn. 14: 30; 2 Cor. 12:7
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Jesús
dijo: "Mi reino no es de este mundo."
Juan 18:36
Satanás reina ahora
El es "El dios de este siglo."
2 Corintios 4:4 |
Satanás el Principe de Este
Mundo
Jesús dijo: "Mi Reino no es de este mundo,"
de manera que el reino de Cristo no gobernará la tierra sino hasta que llegue la era o
"mundo venidero."
Por ese reino se nos enseña a orar y rogar:
"Venga tu reino, sea hecha en la tierra tu voluntad." Satanás es
"el príncipe de este mundo,"
y por lo tanto: "Tinieblas cubren la tierra y densas tinieblas las
naciones." El ahora gobierna, y obra en los corazones de los hijos de la
desobediencia. Efe. 2:2; 6:12
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"...El imperio del mundo ha pasado a nuestro Señor y a su Cristo; y El reinará por los siglos de los siglos."
Apocalipsis 11:15
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Debe haber una parte muy importante del
plan del Gran Arquitecto, en lo tocante al hombre, la cual no se ha llevado a cabo aún;
de no ser así, el nuevo príncipe y la nueva dispensación ha tiempo hubieran sido
introducidos. El por qué fue pospuesto para un tiempo determinado,
lo mismo que la manera como se efectuará el cambio del presente dominio del mal bajo
Satanás, a uno de justicia, bajo Cristo, son puntos de interés que más adelante serán
ampliamente tratados.
Por lo pronto séanos suficiente decir que los reinos de este mundo
ahora sujetos a Satanás, a su debido tiempo vendrán a ser de nuestro Señor y de su
Cristo. (Apoc. 11:15)
En referencia a esto, Jesús dice:
"Nadie puede entrar en la casa del poderoso (el valiente, en la Versión
Común) y saquear sus alhajas, si antes no atare al valiente y entonces saqueará su
casa." (Mar. 3:22-27)
De esta manera se nos enseña que Satanás primeramente será atado,
que será depuesto, y que su influencia le será coartada, antes de que sea establecido el
reino de Cristo, el reino de paz y de justicia. Por consiguiente, la tarea de encadenar a
Satanás será la primera en la nueva dispensación.- Apoc. 20:2
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Los Cielos
Los Poderes dominantes espirituales
La Tierra
Los gobiernos humanos y los arreglos sociales
"Pues esperamos también conforme a su promesa cielos nuevos y tierra nueva en los
cuales habite la justicia."
2 Pedro 3:13
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" La tierra perdura para
siempre."
Se debe recordar que la base de todos estos "mundos"
es la tierra en que vivimos, y que aun cuando pasen las edades y las dispensaciones
cambien, no obstante
"la tierra permanece para siempre." (Ecle. l:4)
Haciendo uso de la misma figura, Pedro por separado llama cielos y
tierra a cada uno de estos periodos. En este caso, la palabra cielos simboliza los poderes
dominantes más elevados o espirituales, y la tierra simboliza los gobiernos humanos y los
arreglos sociales.
Conforme a esto, los primeros cielos y tierra, o el orden y arreglo
que entonces existían, habiendo servido su propósito finalizaron con el diluvio; no
obstante, ni el cielo físico (el firmamento y la atmósfera), ni)a tierra física
pasaron, sino que aún permanecen.
Así también, el mundo presente (los cielos y la tierra) pasarán con
grande estruendo, derretidos por medio del fuego, o sea: disueltos en medio de confusión
y de angustia.
El "poderoso" (Satanás) al mismo tiempo que es atado, tratará
de retener su poder. El orden o arreglo actual de los gobiernos y de las condiciones
sociales, mas no la tierra ni cielos físicos, pasarán. Los cielos de ahora (los poderes
del dominio espiritual) darán lugar a "los nuevos cielos" o
sea el gobierno espiritual de Cristo.
La tierra de ahora (la sociedad humana tal cual se halla actualmente
organizada bajo el dominio de Satanás) será (simbólicamente) fundida y disuelta al
principio del "Día del Señor," "ardiente como un horno."
( Mal 4:1)
A ésta le seguirá "una tierra nueva,"
que será la sociedad humana reorganizada en armonía con el nuevo Príncipe de la tierra,
Cristo. Cuando a los arreglos presentes haya sucedido el nuevo y mejor reino cuya base
será la estricta justicia, Entonces la equidad, la paz y el amor han de prevalecer entre
los hombres.
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El Apóstol Pablo y el Apóstol Juan vieron visiones proféticas
del
"Mundo Venidero"
El Apóstol Juan
en la Isla de Patmos |
Subdivisiones de estas grandes
épocas.
Aspectos importantes del Plan de Dios
traídos a la vista
San Pablo tuvo una visión referente a Ia nueva dispensación, o,
como él la llama: del "mundo venidero." Nos informa que fue "arrebatado"
(no podía decir si física o mentalmente, o de ambas maneras, puesto que las cosas
parecían reales a su vista) a través del curso de los tiempos hasta la nueva condición
de cosas, "los nuevos cielos", "el tercer cielo." En
tal condición vio las cosas como éstas han de estar ordenadas bajo el dominio espiritual
de Cristo, y las cuales no le fue permitido revelar. ( 2 Cor. 12:2-4)
Indudablemente, éstas fueron las mismas cosas que después vio
Juan, y que le fue permitido dar a conocer a la Iglesia, aún cuando en símbolos que
solamente serían comprensibles al llegar el tiempo debido para ello.
En la Revelación a él dada en la isla de Patmos, Juan fue llevado
en visión a través de esta Edad Cristiana con sus cambios de iglesia y de estado hasta
el final de la presente época o mundo malo; luego, en visiones proféticas presenció el
encadenamiento de Satanás, vio a Cristo reinando, y el establecimiento de los nuevos
cielos y la nueva tierra, porque los cielos y tierra anteriores habían dejado de
existir.- Apoc. 21:l, 4
Edades o Dispensaciones
Ahora pasemos a tratar con referencia a las edades en que
están subdivididas estas grandes épocas, conforme al diagrama que enseguida insertamos:
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Mundo Que Fur |
El Mundo De Ahora
Patriarchal
Age |
Judaica
Age |
Evangélica
Age |
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El Mundo Venidero
Milenaria
Age |
Edades
to Come |
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EL
PRIMER MUNDO
duró desde la caído
de Adán hasta el diluvio
EL SEGUNDO
MUNDO
empezó con Noé y
incluyó tres edades
EL TERCER
MUNDO
empieza con la segunda venida de Cristo y no tiene conclusión |
La primera de estas grandes épocas
("mundos") no fue subdividida. Durante todo este tiempo, desde la caída de
Adán hasta el diluvio, no varió el proceder de Dios para con la humanidad.
Escrita en su misma naturaleza Dios había dado al hombre su ley; con el objeto de que el
hombre se apercibiera de su insensatez y para que la sabiduría de Dios al exigir absoluta
obediencia fuese a todos aparente, hasta cierto punto le dejó seguir, después que pecó,
su propio camino, el cual fue siempre en descenso.
Esa dispensación finalizó en el diluvio, por medio del cual todos,
menos Noé y su familia, fueron destruidos. De esta manera la primera dispensación
manifestó los desastrosos efectos del pecado, e hizo ver al mismo tiempo que la tendencia
del pecado es hacia abajo y conducente a la mayor degradación y miseria; además, probó
que la interposición de Jehová se requiere si ha de efectuarse el recobro de "lo
que se había perdido" -el estado primitivo del hombre.
La segunda época o "el
mundo de ahora" incluye tres edades, cada una de ellas siendo un peldaño en
el plan de Dios para la extinción del mal. Cada paso es más elevado que el precedente,
llevando el plan hacia adelante y cada vez más cerca de su completación.
La tercera gran época, "el mundo venidero,"
que se cuenta desde la segunda venida de Cristo, comprende la Edad Milenaria o "los
Tiempos de la Restitución"; a continuación hay otras "edades
por venir," las particularidades de las cuales no están reveladas. Las
revelacionesque se nos han suministrado tratan del recobro del hombre fuera del
pecado mas no se refieren a la eternidad de la gloria venidera.
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La Edad Patriarcal
La Edad Judica
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A la primera edad en "el
mundo de ahora" la calificamos como Dispensación o EDAD PATRIARCAL
porque durante ese período los tratos y los favores de Dios fueron tan solo con unos
pocos individuos, el resto de la humanidad siendo casi por completo inadvertido. Tales
favorecidos fueron Noé, Abraham, Isaac y Jacob. A su turno, cada uno de éstos parece
haber sido el favorecido de Dios. A la muerte de Jacob, esa manera
de trato o edad terminó. Entonces fue cuando sus descendientes por vez primera fueron
llamados "las doce tribus de Israel," y fueron en conjunto
reconocidos por Dios como su "Pueblo escogido," y por medio de
sus típicos sacrificios típicamente llegaron a ser una "nación santa"
separada de las demás naciones con un fin especial, y a causa de esto, para gozar de
ciertos favores especiales.
El tiempo asignado para este aspecto del plan divino, comenzando en
ese entonces y terminado a la muerte de Cristo, lo denominamos la EDAD JUDAICA
o la Dispensación de la Ley.
Durante ese tiempo, Dios bendijo a ese pueblo sobremanera; les dio
el Tabernáculo cuya luz sobrenatural en el Santísimo representaba la presencia de
Jehová entre ellos como su Guía y Rey. Les mandó a los Profetas, y finalmente a su
Hijo. Entre ellos Jesús enseñó y llevó a cabo sus milagros, pero él nunca fue, ni
permitió a sus discípulos que fuesen a las naciones circunvecinas.
Al mandarlos a predicar las buenas nuevas les dijo:
"No vayáis en camino de gentiles ni entréis en ciudad de Samaritanos,
sino id mas bien a las ovejas perdidas de la casa de Israel."
(Mat. 10:5-6)
En otra ocasión dijo:
"No soy enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel."
(Mat. 15:24)
Que este favor nacional terminó cuando ellos negaron y crucificaron
a Jesús, se comprueba con sus mismas palabras cinco días antes de su muerte:
"Vuestra casa os es dejada desierta." Mat. 23:38
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La Edad Evangélica
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Allí, a la muerte de Jesús, una nueva
edad comenzó: la Dispensación Evangélica, en la cual se
proclaman las Suenas nuevas de justificación, no solamente a los judíos sino a todas las
naciones, puesto que Cristo, por la gracia de Dios, gustó la muerte por todos. Durante la
Edad . Evangélica también ha existido una clase llamada a gozar de
un favor especial, y a la cual se le hacen promesas especiales. Tal clase la componen
aquellos que por fe aceptan a Cristo Jesús como su Redentor y Señor, y que siguen sus
huellas.
Por diez y nueve siglos la proclamación del Evangelio de un lado al
otro ha recorrido la tierra a tal grado que puede decirse ha sido predicado más o menos
en toda nación. No ha convertido a todas las naciones puesto que no era ese su objeto en
esta edad; en cambio, como Jesús lo predijo, ha servido para escoger un "pequeño
rebaño" a quienes al Padre le place darles el Reino en la edad que sigue a la
presente.
Con esta Edad Evangélica termina "el presente mundo
malo," y nótese bien que aun cuando Dios permite el predomino y reinado del
mal, aparentemente en detrimento de su causa, no obstante sus profundos designios han
continuado en progreso de acuerdo con su plan fijo y definido y en el orden exacto de los
tiempos que había señalado.
Al concluir esta edad y en el amanecer de la siguiente, la Edad
Milenaria, Satanás será atado, y su poder será aniquilado como preparativos al
establecimiento del Reino de Cristo y de los comienzos del "mundo venidero en
el cual mora la justicia."
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La Edad Milenaria
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La palabra Milenio significa mil años y
se usa por común acuerdo para designar el periodo que se menciona en Apocalipsis 20:4-los
mil años del reinado de Cristo, la primera edad del "mundo venidero."
Durante la Edad Milenaria se llevará a cabo la restitución de las cosas perdidas a
causa de la caída de Adán (Hech. 3:l9-21), , y toda lágrima será limpiada antes de que
llegue su fin.
Más allá de sus límites, en las edades de dicha que le seguirán,
no habrá muerte, ni tristeza, ni llanto; tampoco habrá más dolor. Las cosas anteriores
habrán terminado ya (Apoc. 21:4) Las revelaciones de Dios no dan más pormenores y ahí
callamos nosotros.
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Cada edad tiene su parte para cumplir progresivamente |
El Orden, una vez reconocido,
revela la armonía
Tan solo hemos dado una ojeada a los contornos de este plan de las
edades. Mientras más lo examinemos, lo hemos de encontrar más perfecto en armonía, en
belleza y en orden. Cada edad tiene su parte que llevar a cabo necesaria para el
desarrollo completo del Plan de Dios en conjunto.
El plan es progresivo y se despliega gradualmente de edad en edad, hacia
adelante y hacia arriba, hasta llegar a la consumación del designio original del Divino
Arquitecto
"que obra todas las cosas según el arbitrio de su
voluntad." (Efe. l:11)
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Como una máquina bastante complicada parece
caótico y confuso a un niño, así que el plan de Dios
aparece incomprensible a la mente aleccionada.
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Ni uno de esos períodos es una hora más
largo o más corto de lo requerido para su objeto. Aun cuando sus
recursos son infinitos, Dios es un sabio economista de tiempo, y de medios, y ningún
poder, no importa lo maléfico, podrá retardar o impedir sus propósitos siquiera por un
momento.
Bajo su supervisión y predominio todas las cosas buenas y
malas, juntamente cooperan hacia el cumplimiento de la voluntad de Dios.
Para una mente no disciplinada, careciendo de las instrucciones
necesarias, y que sólo percibe una pequeña parte de la intrincada maquinaria del plan de
Dios, éste aparece como caótico, confuso y como si hubiese fracasado, precisamente de la
manera como a un niño aparecería un lado o parte de una máquina bastante complicada.
Para su mente infantil e aleccionada, le sería
incomprensible, y sólo vería confusión en los movimientos opuestos de sus ruedas y
correas. No obstante, para los de edad madura, la investigación los pone en condiciones
de comprender que la aparente confusión tan solo es hermosa simetría productora de
excelentes resultados. Sin embargo, la máquina tiene el mismo éxito tanto antes como
después de que el niño comprenda su mecanismo.
Igualmente, mientras que el plan de Dios siglo tras siglo ha estado
operando con éxito, el hombre ha recibido las disciplina necesaria que lo habilitará no
tan solo a comprender sus intrincados movimientos, sino a experimentar sus benéficos
resultados.
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"Empéñate en presentarte ante Dios como hombre probado, como
obrero que no se avergúenza y
que con recitud dispensa la palabra de la verdad."
2 Timoteo 2:15
Las Escrituras que pertenecen a una
edad no siempre pertenecen a otra. |
"Manejando acertadamente
la Palabra de Verdad."
Al proseguir el estudio del plan divino, es esencial que mantengamos
presente estas edades con sus respectivas peculiaridades y objeto, puesto que en ninguna
de ellas sino en todas, puede percibirse el plan, a la manera que un eslabón no compone
una cadena, sino que ésta se forma de un conjunto de eslabones.
Al notar los rasgos distintivos de cada parte obtenemos ideas
correctas del plan general, y esto nos pone en condiciones de manejar (dividir-conforme al
griego) acertadamente la palabra de Verdad.
Aquellos pasajes de la Palabra que se refieren a una época o
dispensación no deben aplicarse a la otra por la sencilla razón de que las cosas
tocantes a un período no siempre son ciertas del otro. Por ejemplo: sería incorrecto el
afirmar respecto al tiempo presente que el conocimiento de Dios llena toda la tierra o que
no es necesario decir al prójimo: "Conóce a Jehová." ( Isa.
11:9; Jer. 31:34)
Tal cosa no es cierta en esta época, y no lo será sino hasta que a
su regreso, el Señor establezca su reino, puesto que esta edad desde un principio ha
estado plagada de imposturas que seducen, las que continuarán hasta el final de ella,
puesto que según San Pablo:
"En los postreros días... vendrán malos hombres, y los impostores irán
de mal en peor engañando y siendo engañados." (2 Tim. 3:l, 13)
El resultado del reino del Mesías durante la Edad Milenaria
será que el conocimiento y la justicia cubrirán toda la tierra de la manera que las
aguas cubren la mar.
Un error semejante y muy común es el de suponer que el Reino de
Dios ya está establecido, que gobierna la tierra, y que en el tiempo presente la voluntad
de Dios se lleva a cabo en todas partes del mundo. Evidentemente, esto está muy lejos de
ser verdad puesto que en proporción a que lo permite el conocimiento, siempre en aumento,
que de sus derechos tiene el pueblo, los reinos de este mundo se sostienen y enriquecen
por medio de la opresión y del engaño.
Todavía resta el echar por tierra a Satanás "el
príncipe de este mundo," y que estos reinos, ahora bajo su dominio, se
tornen en el reino del Señor y de su Ungido, cuando éste, investido de su gran poder
comience su reinado. |
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Por medio de la luz suministrada ahora a
la familia de la fe, podemos discernir el sistema y orden que distinguen los pasos
majestuosos de nuestro Dios en las Edades pasadas; esto nos hace recordar las palabras de
Cowper, quien inspirado por una fe viva, capaz de confiar en el Todopoderoso aun en los
casos en que su mano no era discernible, se expresó así: "¡Cuán
inescrutable la manera en que Dios lleva a cabo sus maravillas! ¡Sobre el mar planta su
pie, la tempestad es su carroza!" |
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